ÍBICO DE REGIO
EL AMOR Y EL TIEMPO
La primavera los membrillos,
regados por las aguas corrientes
de los arroyos, allí en el jardín
intacto de las Vírgenes florecen,
y rebrotan y crecen los racimos
bajo los tallos umbrosos de los pámpanos.
Mas conmigo el amor no reposa en ninguna estación.
Sino que, como el tracio Bóreas,
encendido por el rayo, precipitándose
desde la casa de Cipris, con abrasadores delirios,
oscuro e impertérrito asedia
con fuerza y desde el fondo
mi corazón.
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Julia del Prado -