MELEAGRO DE GÁDARA
EL ALEGRE Y TERRIBLE DIOS DEL AMOR, HIJO DE AFRODITA
¡Terrible, terrible Eros es! Pero ¿a qué andar diciendo,
entre mil gemidos, que es Eros terrible?
Rió el niño con ello y así, cuanto más se le injuria,
más goza y se crece con mis vituperios.
Un enigma es, ¡oh Cipris!, que tú, la nacida del glauco
oleaje del mar, fuego hayas parido.
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